Del Director

jueves, 30 de julio de 2009

Sí, pero no…

Al reincorporarme al honroso cargo de Gobernador, con el que ustedes generosamente me distinguieron, ha querido el Dios Todopoderoso que sigamos juntos, después de superar quebrantos de salud de los que me he logrado restablecer, para que la comprobación divina de fe y esperanza de nuestros corazones hoy sea motivo de alegría y optimismo…”

Aquí estoy para honrar la palabra empeñada y cumplir el solemne compromiso de defender los intereses de todos los boyacenses; no existe en estos momentos de mi vida pública, otro objetivo diferente, al de responderle a todo Boyacá, por la confianza y respaldo que me han depositado como su máxima y mas cercana autoridad política y administrativa…”

“Aquí está mi mano boyacense, firme y noble, para ratificarles a todos el sentimiento de honor de nuestra querida tierra y mi testimonio de admiración por la forma desinteresada y seria como me supieron esperar.

“Les manifiesto que me mantengo ajeno a cualquier sentimiento negativo y reasumo mis funciones de Gobernador, con la misma altura, dignidad y ética que me han caracterizado siempre”.

“El trabajo no da tregua y menos las obligaciones para enfrentar tantos retos. Boyacá es nuestra mejor oportunidad en estos momentos…”

“Boyacá, de aquí en adelante, tiene una sola Administración…”

Los anteriores son apartes del discurso pronunciado por el ingeniero José Rozo Millán, al posesionar –el pasado 17 de julio- a su nuevo equipo de colaboradores, tras la retoma de sus funciones de mandatario, son un llamado a confiar en el afán que le asiste de honrar la palabra empeñada y de cumplir los anhelos que todos los boyacenses tenemos de ver un departamento bien administrado.

En sus palabras descubrimos un espíritu de libertad, de independencia, de autonomía, rasgos éstos que siempre queremos ver en quienes asumen los destinos de un país, de un departamento, de un municipio. Ojalá la lectura que hemos hecho del discurso pronunciado por el gobernador José Rozo Millán ante su nuevo equipo de colaboradores sea la correcta y corresponda a los anhelos ciudadanos.

En esas alas libres que hoy tiene nuestro mandatario –según sus palabras-, Boyacá puede retomar el camino del responsable y serio manejo de los asuntos públicos, de los que tantos se aprovechan para auto fabricarse escalones que los lleven a metas superiores, movidos por su vanagloria y su autosuficiencia.

Si el gobernador José Rozo Millán se mantiene en la línea de autoridad e independencia, tan enfatizada en este comienzo de “la nueva etapa” de su administración –como él mismo así la califica-, todos sus gobernados estaremos prestos a rodearlo sin ambages.

Esperamos que la conformación de su nuevo gabinete haya sido fruto de la libertad que ahora tiene para rodearse de quienes en su saber y entender deben ser los actores fundamentales en la ejecución del Plan de Desarrollo “Para seguir creciendo”.

Este –reiteramos- es el estilo de gobierno que estaba esperando Boyacá. Así sí será posible tejer caminos de esperanza y de futuro, los que no eran viables con el modelo que venía imperando. Deseamos que el tratamiento médico que contribuyó a la recuperación de la salud del gobernador José Rozo Millán haya servido para darle muerte al monstruo de dos cabezas que pretendía adueñarse del Palacio de la Torre.

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